Testamento en la empresa familiar

En el panorama económico y jurídico español, la empresa familiar ocupa un lugar de enorme relevancia. Se calcula que más del 85 % de las sociedades en España tienen origen familiar y contribuyen de manera decisiva al empleo y al Producto Interior Bruto. No obstante, una gran parte de estas compañías no logra superar el relevo hacia la segunda generación.
La ausencia de una planificación sucesoria sólida es uno de los factores que más comprometen su supervivencia, generando conflictos entre herederos, cargas fiscales evitables y dificultades de gestión.
En este contexto, el testamento se convierte en un instrumento legal imprescindible para ordenar la transmisión de la herencia, preservar el legado y garantizar la cohesión y continuidad de la empresa.

1. Consecuencias de no otorgar testamento: sucesión intestada y riesgo para el patrimonio

Cuando no existe testamento, la herencia se distribuye según lo dispuesto en el Código Civil, siguiendo un orden legal que prioriza descendientes, ascendientes, cónyuge y, en su defecto, colaterales. Este mecanismo legal priva al empresario de decidir a quién dejar sus bienes, cómo repartirlos o bajo qué condiciones. Se pierde así la posibilidad de favorecer al heredero más preparado para continuar con la gestión, de proteger la empresa frente a personas inexpertas o de excluir a quienes puedan poner en peligro la estabilidad de la compañía.

Además, el reparto proporcional previsto por la ley fragmenta el capital social entre varios herederos, lo que a menudo desemboca en bloqueos en los órganos de decisión, disputas familiares que pueden terminar en los tribunales o incluso la venta forzosa del negocio. La situación se complica aún más si alguno de los beneficiarios es menor de edad o presenta una discapacidad, ya que en estos casos determinadas operaciones requieren autorización judicial, ralentizando la actividad empresarial.

2. Riesgos fiscales por ausencia de planificación

No contar con un testamento adaptado a la situación de la empresa puede suponer la pérdida de exenciones fiscales previstas para las transmisiones de empresas familiares. Esto incrementa la carga tributaria en el impuesto de sucesiones y, en muchos casos, obliga a vender activos o participaciones para poder afrontarla. El resultado es una merma en la capacidad económica de la empresa, que puede afectar a su operatividad y proyección futura.

3. Riesgos empresariales: continuidad y reputación

La ausencia de un testamento claro provoca incertidumbre sobre quién tiene la capacidad de decisión y representación legal, lo que puede paralizar operaciones clave, retrasar la firma de contratos y afectar las relaciones con bancos, proveedores y clientes. La falta de liderazgo genera desconfianza en el mercado y puede comprometer la viabilidad del negocio. También existe el riesgo de que el control societario pase a manos de personas sin experiencia o interés empresarial, e incluso de que alguno de ellos opte por vender su parte a terceros, alterando el equilibrio interno y la identidad familiar de la empresa.

4. Cláusulas testamentarias recomendadas para el empresario familiar

El testamento puede incluir disposiciones específicas que eviten la fragmentación de la propiedad y faciliten el relevo ordenado. Entre las más relevantes se encuentran la designación expresa del heredero o legatario que recibirá la empresa o sus participaciones, el uso de la mejora para reforzar la posición del sucesor principal, y la inclusión de restricciones que impidan la venta a terceros ajenos a la familia o que condicionen la transmisión a determinados requisitos. Estas medidas, además, deben coordinarse con los estatutos sociales para que su aplicación sea efectiva.

5. Herederos menores: medidas de protección

En los casos en que existan herederos menores de edad, la gestión de sus derechos corresponde a los padres o tutores legales. Determinadas operaciones, como la venta de participaciones, requieren autorización judicial, lo que puede retrasar decisiones importantes. Para evitar este tipo de bloqueos, el testamento puede prever el nombramiento de un administrador especial que gestione exclusivamente las participaciones empresariales. Asimismo, la designación de un albacea y de un contador-partidor facilita el cumplimiento de la voluntad del testador y la partición de la herencia, evitando litigios y paralizaciones.

6. Coordinación del testamento con el protocolo familiar

El protocolo familiar es un acuerdo interno que regula la gestión y transmisión de la empresa, estableciendo normas de gobernanza y mecanismos para la incorporación de nuevas generaciones. Aunque carece de la fuerza jurídica de un testamento, su coordinación con este documento es fundamental para evitar contradicciones que puedan derivar en conflictos legales. Mantener ambos instrumentos alineados proporciona estabilidad, optimiza la planificación fiscal, refuerza la voluntad del fundador y permite que la estructura empresarial se adapte a la evolución de la familia y del negocio.

El papel de los abogados de herencias

Otorgar un testamento con el asesoramiento de abogados de herencias especializados y en consonancia con el protocolo familiar es la vía más segura para proteger el patrimonio, garantizar la continuidad generacional de la empresa y evitar conflictos que puedan poner en riesgo su futuro. Lejos de ser un trámite burocrático, se trata de una herramienta estratégica para asegurar que el legado empresarial se mantenga sólido y estable a lo largo del tiempo.


Autor: Jesús Barreña | Artículos - Linkedin de Jesús Barreña - Twitter
Lic. en Derecho. - Asesor financiero personal - Asesor de inversiones en inmuebles.